Este ha sido y todavía es aunque por un escaso mes nuestro primer año en el Instituto. Nosotras lo veíamos de otra manera, bastante peor, pero no está tan mal: en los cambios de clase te lo pasas genial, te vas a otras aulas diferentes (no como en el cole, siempre en la misma, o casi siempre), hay cafetería, eventos, algunas veces actividades muy divertidas en las que podemos participar todos, te puedes ir antes o puedes venir después si falta algún profe y, sobre todo y quitando a algunos elementos, haces muchos/as amigos/as. Lo malo es que...: tenemos muchísimos deberes y exámenes, en algunas clases te aburres como una ostra, ¡el recreo es corto! (descanso de media hora por 6 horas de clase, no tiene precio), los profesores/as (algunos, con excepciones) se creen que lo podemos TODO y algunas veces (bastantes) te dan ganas de mandarlo todo al traste, por no decir otra cosa que sonaría fatal. Y lo último y peor que pensamos nosotras es que... has hecho tus amigos/as durante este curso y hay personas con las que te has hecho muy amiga y ahora el curso que viene... Adiós, nos cambian de clase y hasta que volvamos a coincidir (es muy cruel verdad?) Aunque esto, lo de cambiar de clase y de compañeros algunas veces viene perfecto (en el caso de la clase de Patri, solo las chicas se salvan).
Bueno, lo dejamos ahí, para que reflexionen, jeje =D
Hasta otra. Patri y Elena.